Lava muy bien las naranjas y el limón y, usando un rallador fino, ralla la cáscara de ambas frutas muy bien. Reserva {1}

Ahora, con un cuchillo y con mucho cuidado, quita la membrana blanca que hay entre la cáscara y las naranjas. Esta tiene un sabor muy amargo, así que no la queremos en nuestra mermelada.

Corta las naranjas en pedazos pequeños. Puedes dividirla en gajos y entonces partirlos a la mitad o en tercios. Reserva.

Lava los chiles y pícalos finamente. Puedes quitar las semillas si no lo quieres tan picante.

En una cazuela mediana y a fuego medio-alto, pon a hervir el agua, el vinagre de manzana, el jugo del limón y las ralladuras de naranja y limón.

En cuanto hierva, añade las naranjas, los chiles y el azúcar. Mezcla todo muy bien y deja hervir por unos 5 minutos o hasta que notes que la consistencia empieza a espesar.

Baja el fuego y cocina la mermelada hasta que alcance la consistencia que deseas. {2}

Vacía la mermelada a un frasco con tapa, y deja enfriar destapada hasta que alcance la temperatura ambiente.

Disfrútala untada en pan o con galletitas saladas. {3}